Planes para 2016
Los jóvenes dicen lo que hacen, los viejos lo que han hecho, y los tontos lo que desean hacer.
Después de 18 años y 63 libros publicados (algunos de los cuales hemos tardado una década en concluir), es el momento de hacer una pausa para tomar aire y contemplar el panorama. Es lo que se hace cuando se sube a una montaña y no puede ser distinto cuando se trata de una montaña de libros.
Mientras realizamos el ascenso a esa montaña, ¿qué es lo que vemos? En la parte de sol, todo son buenas noticias: nos alegra ver que el proyecto continúa después de 18 años, que publicamos lo que queremos y que tenemos algunos lectores fieles e incluso contumaces. Por el lado de sombra, sin embargo, el paisaje presenta un aspecto muy distinto: después de 18 años, todo es tan difícil como el primer día; no podemos publicar todo lo que nos gustaría ni dar a conocer eficazmente los libros que publicamos. Esto es lo que vemos mientras ascendemos, siempre con cuidado de dónde poner los pies. ¿Qué veremos cuando por fin nos detengamos y podamos alzar la vista? ¿Señales de humo en el horizonte? ¿Una hermosa puesta de sol? ¿Un desierto sin fin, causado por la tala de árboles? ¿Un espeso manto de nubes tapándolo todo?
Para poder responder a estas y a otras preguntas, durante 2016 y 2017 Media Vaca no publicará nuevos títulos. Sólo aquellos comprometidos que están ya en una fase muy avanzada de producción. Nuestro propósito es dedicarnos exclusivamente a dar a conocer nuestro catálogo y a tratar de vaciar un almacén donde ya no caben ni los libros miniatura. Visitaremos librerías y bibliotecas para saludar a aquellas personas que han decidido tener nuestros libros en sus espacios y se han esforzado por darlos a conocer a otros. Nos reuniremos con los lectores para hablar de todo y de nada. Viajaremos a remotos lugares (y no sólo para visitar a los amigos que escriben libros, que ilustran libros, que venden libros o que editan libros). Dormiremos a pierna suelta (y no sólo para que se nos aparezca en sueños el tipo de letra más adecuado para componer determinado texto). Nos dedicaremos, por fin, a ordenar los libros de nuestra biblioteca, y quizá leamos alguno, si se tercia.
En este tiempo de pausa es casi seguro que seguiremos trabajando en nuevos proyectos, pero será sin la presión de la publicación inminente y sin las servidumbres que acarrea. Seguiremos recibiendo proyectos de nuevos y no tan nuevos autores, y quizá tengamos más tiempo para contestarles. Aprovecharemos para reimprimir algunos títulos que están actualmente agotados (lo que en otras circunstancias no resultaría posible) y también organizaremos talleres de libros, para niños y para mayores, donde podamos aprender todos, además de pasar un buen rato.
Estos son los planes y los buenos propósitos para este año y el que viene. Con un poco de suerte, podrían cumplirse. Aunque también podría ser que un rayo nos fulminara en el minuto dos de esta nueva vida, como ocurre en algunas novelas y en la mayoría de los tebeos infantiles.
Imagen: Detalle de un montaje fotográfico de Georges Tairraz (1910-1915).